Al tiempo que comienzo a escribir afuera hay un ruido de tamboras, fuegos artificiales y gentío. Aplausos, declamaciones, vivas!
Estas últimas noches los fuegos artificiales han estado a la orden; pero hoy ha sido el día cúspide creo. Las bandas comenzaron a las 7 de la mañana, yo sabía que hoy iba a ser un día especial en Puerto y cuando escuché la banda pensé que me había quedado dormida todo el día y que la fiesta ya había comenzado! Sin mí! No pude volver a conciliar el sueño.
En cierta forma sí, la fiesta comenzó con esa banda de la madrugada; pero lo realmente grande comenzó al medio día.
La calle Mequínez se cerró y los vecinos sacaron sus cocinas a la acera y ofrecían comida casera a la venta. Se me hacía agua la boca; pero Jan no estaba y no me parecía muy justo disfrutar de tan exquisitos manjares sin él, bueno, para ser sincera, la otra poderosa razón era que había tanta gente que era peligroso soltar la mano a los niños, y con las dos manos hatadas pues ni cómo comer.
En la tarde salimos los cuatro juntos para ver de qué se trataba toda esta fiesta. Fue un poco desilusionador lo que vimos. Había multitud de chiquillos emborrachándose y ensuciando las calles, multitud.
Otra multitud estaba en el muelle esperando la procesión de la Vírgen del Carmen. Como no somos fervientes católicos decidimos que la mejor manera de pasar la tarde era irnos al restaurante favorito de Sebastian, le llamamos Capitán Fernández, él lo bautizó así, cuando está allí él se imagina que es su barco y él es el capitán. En realidad el nombre es Restaurante Pomodoro. Lo único bueno que tiene es la vista, es fantástica, y Sebastián tiene razón, inspira imaginarse que uno está comiendo en un barco de crucero.
Los fuegos artificiales de hace unos segundos
El paso de la Vírgen del Carmen por mi calle
Hay mucho más para contar, por el momento dejo el enlace del programa completo de las Fiestas de Julio: http://www.puertodelacruz.com/programa-de-las-fiestas-de-julio-2012/201206281473.html
El sitio de Odaly 